miércoles, 29 de febrero de 2012

LA "DOMUS ECCLESIAE"

La domus ecclesiae indicaba un conjunto de locales diversos para los servicios de la comunidad, que comprendían, en el corazón mismo de la domus, la sala para la celebración de la liturgia. Si se adopta nuevamente esta expresión, no es por una manía arqueologizante o de retorno a los orígenes, sino por descubrir explícitos en ella, dentro de su dinámica de organización, los tres grandes aspectos de la iglesia: el profético, el litúrgico y el caritativo. Evidentemente, ha de ser la pastoral la que indique, con participación de la comunidad, la exigencia, la dimensión, la utilidad y el radio de influencia de tales estructuras. El edificio-iglesia, por consiguiente, está pensado como una pequeña ciudad dentro de la ciudad, como una realización de la Jerusalén terrena, anticipación de la nueva Jerusalén.
De E. Abruzzini
Nuevo Diccionario de Liturgia – Ediciones Paulinas

lunes, 27 de febrero de 2012

CEMENTERIO - CÓDIGO DE DERECHO CANÓNICO

Donde sea posible, la Iglesia debe tener cementerios propios, o al menos un espacio en los cementerios civiles bendecido debidamente, destinado a la sepultura de los fieles. Si esto no es posible, ha de bendecirse individualmente cada sepultura.
Las parroquias y los institutos religiosos pueden tener cementerio propio. También otras personas jurídicas o familias pueden tener su propio cementerio o panteón, que se bendecirá a juicio del Ordinario del lugar.
No deben enterrarse cadáveres en las iglesias, a no ser que se trate del Romano Pontífice o de sepultar en su propia iglesia a los Cardenales o a los Obispos diocesanos, incluso «eméritos».
Deben establecerse por el derecho particular las normas oportunas sobre el funcionamiento de los cementerios, especialmente para proteger y resaltar su carácter sagrado.
CDC (1240-1243)

EL SIGNO EN LA CIUDAD


En el indiferenciado y caótico tejido del actual contexto urbano sería fundamental hallar un lugar más reconocible donde pudiera el espíritu humano encontrarse con Cristo en la liturgia. Tal lugar habrá de ser un espacio urbano destinado al encuentro con el Señor y en el que se agrupen los seres humanos en torno a la única mesa y la única palabra; habrá de ser sobre todo reconocible como lugar santo; no sólo por el hecho de celebrarse en él el santo sacrificio, sino también en virtud de la santidad de quienes allí se congregan. Deberá ser un espacio acogedor y accesible, donde pueda el hombre encontrarse consigo mismo y encontrar al Otro en una dimensión de diálogo, de amistad y de oración y que estimule, por otra parte, la realización de la solidaridad humana.

domingo, 26 de febrero de 2012

LA RELACIÓN COMITENTE-ARQUITECTO ARTISTA


Se hace necesaria una consiguiente especificación. Entre las dos posturas extremas: dejar al técnico artista toda decisión o predeterminar por parte de las comisiones eclesiásticas competentes los modelos unívocos, se ve la conveniencia de reconsiderar juntos, comunidad local y artistas —como momento de madurez de la comunidad y de concienciación del artista—, la doctrina teológica sobre la iglesia; con lo que se consigue la individuación no de espacios ni de formas, sino de contenidos, de significados de las presencias y de las específicas exigencias locales que puedan constituir la base del programa edilicio a cuya realización concurren de igual manera la intuición, la creatividad, la sensibilidad del artista —correlativas a los vínculos internos y externos del programa mismo— dentro de un proceso unitario formativo de la obra. La comunidad local, las comisiones diocesanas y la central sobre el arte sacro podrán después comprobar, dentro de esa correcta relación, la pertinencia y la calidad de la respuesta artística.

sábado, 25 de febrero de 2012

LOS ALTARES

El altar, o mesa sobre la que se celebra el Sacrificio eucarístico, se llama fijo si se construye formando una sola pieza con el suelo, de manera que no pueda moverse; y móvil, si puede trasladarse de lugar. Conviene que en todas las iglesias haya un altar fijo; y en los demás lugares destinados a celebraciones sagradas, el altar puede ser fijo o móvil.
Según la práctica tradicional de la Iglesia, la mesa del altar fijo ha de ser de piedra, y además de un solo bloque de piedra natural; sin embargo, a juicio de la Conferencia Episcopal, puede emplearse otra materia digna y sólida; las columnas o la base pueden ser de cualquier material. El altar móvil puede ser de cualquier materia sólida, que esté en consonancia con el uso litúrgico.

FUNCIONALIDAD LITÚRGICA - EN LOS NUEVOS EDIFICIOS


La atención del lector se centrará ahora en la relación que se establece entre espacio arquitectónico y acción litúrgica. Precisemos inmediatamente cómo la primera aportación concreta de la arquitectura puede y debe ser el eliminar el mayor número de obstáculos técnicos y de formas que dificulten un armónico desarrollo de los ritos, desde las celebraciones litúrgicas y paralitúrgicas hasta las formas de piedad privada y comunitaria.

viernes, 24 de febrero de 2012

FUNCIONALIDAD LITÚRGICA - EN LOS EDIFICIOS HISTÓRICOS


Es necesario antes advertir que las tipologías históricas, con su carga de significados y de experiencias estratificadas, son aceptables por lo que tienen de expresión de una andadura de fe y una cultura que se aplicaron según modalidades propias, sí bien reavivándolas hoy a la luz de las aportaciones litúrgicas conciliares; en efecto, y con frecuencia, el uso de tales tipologías, unidas a las características artísticas e históricas del monumento —no sólo ineliminables, sino dignas también de conservarse celosamente—, puede aparecer como impedimento frente a la celebración de una liturgia renovada.
Los límites objetivos que, caso por caso, señalan las valoraciones histérico-artísticas no siempre permitirán alcanzar óptimas soluciones.

jueves, 23 de febrero de 2012

PRINCIPIOS BÍBLICO-LITÚRGICOS DE UNA ARQUITECTURA SAGRADA


La constitución sobre la sagrada liturgia del Vat. II (SC 122-129), es la relación fundamental sobre una arquitectura que aspire a encarnar en sus formas el carácter comunitario de las celebraciones: se explícita allí por parte de la iglesia su voluntad de aceptar la colaboración del arte contemporáneo, concretando entre otras cosas, para los nuevos edificios sagrados, dos objetivos principales: la funcionalidad en orden a la celebración litúrgica y la participación activa de los fieles en la misma liturgia. Este último objetivo, por no estar configurado por simbolismos exteriores, es de fácil  aceptación por parte del arquitecto, mientras que la funcionalidad con miras a una acción, como signo que es de la nueva alianza entre Dios y los hombres, exige conocer la verdadera esencia, el significado teológico de las acciones litúrgicas, del culto divino y, sobre todo, de la celebración eucarística, de los sacramentos de iniciación y de la liturgia de las Horas (SC 5-20).

miércoles, 22 de febrero de 2012

LOS SANTUARIOS

Con el nombre de santuario se designa una iglesia u otro lugar sagrado al que, por un motivo peculiar de piedad, acuden en peregrinación numerosos fieles, con aprobación del Ordinario del lugar.
Se requiere la aprobación de la Conferencia Episcopal para que un santuario pueda llamarse nacional; y la aprobación de la Santa Sede, para que se le denomine internacional.

DE LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL AL VAT. II. – ARQUITECTURA SACRA


Es un período complejo, de situaciones ampliamente contradictorias y, al mismo tiempo, rico en nuevos fermentos: industrialización, desarrollo de la técnica y de las ciencias naturales, junto al indiferentismo, anticlericalismo, liberalismo, democracia, socialismo utópico y socialismo marxista, ateísmo, materialismo.
La participación en la celebración litúrgica, reducida a una obligatoria presencia pasiva, llega en gran parte a traspasarse al ejercicio de prácticas lato sensu religiosas, que parcializan el misterio de la salvación, a pesar del testimonio contrario de grandes santos.
Dentro de tales dificultades va, sin embargo, madurando un nuevo interés por la liturgia, y a finales del s. XIX asistimos a un florecimiento de estudios teológicos. Por otro lado, las iniciativas y las medidas restrictivas de la jerarquía tratan de defender y hasta de reforzar las murallas del ghetto católico con miras a una reconquista cristiana de la sociedad moderna; pretenden guiar y limitar la investigación artística, prefiriendo en el campo arquitectónico, explícita o indirectamente, el período gótico y el barroco.

CUARESMA: LAS CENIZAS

Es el residuo de la combustión por el fuego de las cosas o de las personas. Este símbolo ya se emplea en la primera página de la Biblia cuando se nos cuenta que "Dios formó al hombre con polvo de la tierra" (Gen 2,7). Eso es lo que significa el nombre de "Adán". Y se le recuerda enseguida que ése es precisamente su fin: "hasta que vuelvas a la tierra, pues de ella fuiste hecho" (Gn 3,19).
Por extensión, pues, representa la conciencia de la nada, de la nulidad de la creatura con respecto al Creador, según las palabras de Abrahán: "Aunque soy polvo y ceniza, me atrevo a hablar a mi Señor" (Gn 18,27).

martes, 21 de febrero de 2012

LOS ORATORIOS Y CAPILLAS PRIVADAS

Con el nombre de oratorio se designa un lugar destinado al culto divino con licencia del Ordinario, en beneficio de una comunidad o grupo de fieles que acuden allí, al cual también pueden tener acceso otros fieles, con el consentimiento del Superior competente.

El Ordinario no debe conceder la licencia requerida para establecer un oratorio, antes de visitar personalmente o por medio de otro el lugar destinado a oratorio y de considerarlo dignamente instalado. Una vez concedida la licencia, el oratorio no puede destinarse a usos profanos sin autorización del mismo Ordinario.

En los oratorios legítimamente constituidos pueden realizarse todas las celebraciones sagradas, a no ser las exceptuadas por el derecho, por prescripción del Ordinario del lugar, o que lo impidan las normas litúrgicas.

TEOLOGÍA Y ESPIRITUALIDAD DE LA CUARESMA

La cuaresma se interpreta teológicamente a partir del misterio pascual, celebrado en el triduo sacro y con los sacramentos pascuales, que hacen presente el misterio, para que sea participado y vivido.
La cuaresma no es un residuo arqueológico de prácticas ascéticas de otros tiempos, sino el tiempo de una experiencia más sentida de la participación en el misterio pascual de Cristo: "padecemos juntamente con él, para ser también juntamente glorificados" (Rom 8,17). Esta es la ley de la cuaresma. De aquí su carácter sacramental: un tiempo en el que Cristo purifica a su esposa, la iglesia (cf Ef 5,25-27). El acento se pone, pues, no tanto en las prácticas ascéticas cuanto en la acción purificadora y santificadora del Señor. Las obras penitenciales son el signo de la participación en el misterio de Cristo, que hizo penitencia por nosotros ayunando en el desierto.

CURSO DE LITURGIA

lunes, 20 de febrero de 2012

INICIACIÓN LITÚRGICA ACTUAL DE LA CUARESMA

El Vat. II había recomendado: "Puesto que el tiempo cuaresmal prepara a los fieles, entregados más intensamente a oír la palabra de Dios y a la oración, para que celebren el misterio pascual, sobre todo mediante el recuerdo o la preparación del bautismo y mediante la penitencia, dése particular relieve en la liturgia y en la catequesis litúrgica al doble carácter de dicho tiempo. Por consiguiente: úsense con mayor abundancia los elementos bautismales propios de la liturgia cuaresmal y, según las circunstancias, restaúrense ciertos elementos de la tradición anterior" (SC 109). Fiel a estas"directrices, la reforma ha vuelto a dar a la cuaresma ante todo su orientación pascual-bautismal; ha fijado su tiempo desde el miércoles de ceniza hasta la misa in coena Domini excluida; para conservar su unidad interna, se ha reducido el tiempo de pasión: sólo el VI domingo, que da comienzo a la semana santa, es llamado domingo de ramos, de passione Domini. De este modo, la semana santa cierra la cuaresma y tiene como objeto la veneración de la pasión de Cristo desde su entrada mesiánica en Jerusalén.

domingo, 19 de febrero de 2012

ORIGEN DE LA CUARESMA

No es posible saber con certeza dónde, por medio de quién o cómo surgió la cuaresma, sobre todo en Roma; sólo sabemos que se fue formando progresivamente. Antes todavía que de los cánones conciliares —hace notar el card. A.I. Schuster—, un tiempo de observancia preparatorio para la pascua IIIVO que nacer del sentido mismo y del genio sobrenatural del cristianismo.

Las primeras alusiones directas a un período prepascual las encontramos en Oriente a principios del s. IV, y en Occidente a fines del mismo. Sin embargo, una praxis penitencial preparatoria de la pascua con ayuno se había comenzado a consolidar desde la mitad Del s. II. Desde el final del s. IV, la estructura de la cuaresma es la de los cuarenta días, considerados a la luz del simbolismo bíblico, que da a este tiempo un valor salvífico redentor, del que es signo su denominación como sacramentum. Al desarrollo de la cuaresma contribuyó la disciplina penitencial para la reconciliación de los pecadores, que tenía lugar la mañana del jueves santo, y las crecientes exigencias del catecumenado, con la preparación inmediata al bautismo, celebrado en la noche de pascua.

De A. Bergamini
Nuevo Diccionario de Liturgia – Ediciones Paulinas

sábado, 18 de febrero de 2012

EL ROL DEL LECTOR DURANTE LA SANTA MISA

Las funciones del lector durante la Santa Misa se describen en la Instrucción General del Misal Romano, números 194-198. Esta descripción es para un lector permanente. Respecto a lectores no instituidos, la IGMR simplemente dice que en la ausencia de un lector instituido, otras personas pueden ser elegidas para proclamar la Palabra de Dios. (IGMR 101) De todas formas, las normas en el IGMR para lectores instituidos pueden servir como una guía para lectores no-instituidos en la Santa Misa.



EL PERIODO POSAPOSTÓLICO – ARQUITECTURA SACRA

Durante casi trescientos años no se formula ninguna definición tipológico- espacial del edificio iglesia; pero se utilizan múltiples estructuras públicas, nacidas con fines diferentes de los cultuales y acomodadas a las nuevas exigencias. La falta de un modelo y de un signo unívoco, aun dependiendo también de la necesidad de rehuir una fácil individuación con motivo de las constantes persecuciones, revela una fuerza tan profunda del nuevo término cristiano, que éste construye ahora la nueva modalidad más sobre motivaciones que sobre un vistoso signo exterior como, por el contrario, tendrá lugar después de Constantino.


De E. Abruzzini
Nuevo Diccionario de Liturgia – Ediciones Paulinas

viernes, 17 de febrero de 2012

ARQUITECTURA Y LITURGIA

La legitimación de la proximidad temática entre arquitectura y liturgia, más que resultado de una lectura analítica de cada obra, nace de una clara unitariedad en el conjunto del producto arquitectónico: se debe superar, efectivamente, toda simplificación con tendencia a colocar el modelo arquitectónico en un marco de mecánica dependencia de los cánones explícitos de la liturgia.

LAS IGLESIAS

Por iglesia se entiende un edificio sagrado destinado al culto divino, al que los fieles tienen derecho a entrar para la celebración, sobre todo pública, del culto divino.
No puede edificarse una iglesia sin el consentimiento expreso del Obispo diocesano, dado por escrito. El Obispo diocesano no debe dar el consentimiento a no ser que, oído el consejo presbiteral y los rectores de las iglesias vecinas, juzgue que la nueva iglesia puede servir para el bien de las almas y que no faltarán los medios necesarios para edificarla y para sostener en ella el culto divino. También los institutos religiosos deben obtener licencia del Obispo diocesano, antes de edificar una iglesia en un lugar fijo y determinado, aun cuando ya tuvieran su consentimiento para establecer una nueva casa en la diócesis o ciudad.

jueves, 16 de febrero de 2012

PROBLEMÁTICA ACTUAL DE LA ARQUITECTURA SAGRADA


La tarea actual en el campo de la arquitectura sagrada nace y  se incrementa bajo el impulso de complejos y múltiples factores, más evidentes dentro de la iglesia merced a la evolución a que dieran lugar las orientaciones concretas del Vat. II. Tal impulso a la renovación o, más concretamente, a la refundación de la arquitectura religiosa se expresa a través de dos cauces principales e interdependientes; uno interno a la iglesia, el otro externo.

LA PREPARACIÓN PARA SERVIR COMO LECTOR

Como el lector tiene una posición importante como proclamador de la Palabra de Dios, es importante que no solo sea capaz de realizar las responsabilidades del ministerio, sino también las de prepararse dedicadamente para su servicio a Dios y a la Iglesia. Esta preparación debe ser de dos formas: preparación previa, y preparación inmediata.

miércoles, 15 de febrero de 2012

LECTORES NO CATÓLICOS EN LA LITURGIA

En algunas circunstancias, hay un deseo de escoger una persona que no es Católica como lector. Estas circunstancias son regidas por El Directorio para la Aplicación de Principios y Normas sobre el Ecumenismo. (DAPNE) El directorio dice:
La proclamación de la Palabra durante la Celebración Eucarística de la Iglesia Católica debe ser realizada por un miembro de la Iglesia Católica. Con respecto a ocasiones especiales y por una razón justa, el Obispo puede dar el permiso para que un miembro de otra iglesia lea la Escritura. (DAPNE 133)
Por lo que no se prohíbe que miembros de otras iglesias lean en situaciones especiales, como en una boda con participantes de diferentes comunidades cristianas, o en una función ecuménica, pero es necesario obtener un permiso del Obispo ordinario antes de que el no-Católico sirva como lector.

LITURGIA DE LAS HORAS


SUMARIO: Estos son los títulos de todos los artículos que fueron publicado durante estos dos últimos  meses en relación a la Liturgia de las horas.

martes, 14 de febrero de 2012

POTENCIACIÓN ASCÉTICO-MÍSTICA Y APOSTÓLICA

La LH alimenta el espíritu de piedad y la oración personal (SC 90), la cual no es sólo oración individual extralitúrgica, sino también ese espíritu de comunión con Dios en la alabanza, en la adoración y en la súplica que debe animar en todo instante el corazón de quien celebra la LH. Así pues, ésta no es sólo acción comunitaria, sino actividad de toda la esfera interior de los individuos, estimulada por el encuentro con Dios y penetrada de su Espíritu divino.
La LH, en cuanto oración, fortalece en todas las luchas y dificultades que se encuentran en el áspero camino de la santidad. Hace crecer las virtudes teologales (OGLH 12) con la palabra de Dios y con todos los demás momentos de coloquio con él. Es oración, que purifica, ilumina, enriquece con gracias (OGLH 14).

TRADICIONES LITÚRGICAS Y CATOLICIDAD DE LA IGLESIA

Desde la primera comunidad de Jerusalén hasta la Parusía, las Iglesias de Dios, fieles a la fe apostólica, celebran en todo lugar el mismo Misterio pascual. El Misterio celebrado en la liturgia es uno, pero las formas de su celebración son diversas.
La riqueza insondable del Misterio de Cristo es tal que ninguna tradición litúrgica puede agotar su expresión. La historia del nacimiento y del desarrollo de estos ritos testimonia una maravillosa complementariedad. Cuando las Iglesias han vivido estas tradiciones litúrgicas en comunión en la fe y en los sacramentos de la fe, se han enriquecido mutuamente y crecen en la fidelidad a la tradición y a la misión común a toda la Iglesia (cf EN 63-64).

CRISTO E IL CRISTIANO: ALTARE VIVENTE

Dopo aver commentato il Rito della dedicazione della chiesa (1977), per quanto riguarda la sua struttura di «edificio», resta ora da completare la riflessione soffermandoci sul Rito della dedicazione dell'altare che, di tutta la celebrazione, è certamente la parte centrale e più significativa.
E' sufficiente ricordare, infatti, che i primi riti di dedicazione che furono celebrati dalla chiesa al termine delle persecuzioni (dalla pace di Costantino, nel 313. in poi), consistevano essenzialmente nella celebrazione dell'eucaristia nella nuova chiesa, e da un'ampia liturgia della parola come preparazione. Verso il IV secolo si aggiunse il rito della deposizione delle reliquie dei Martiri sotto l’altare e verso il secolo VII, in Gallia, furono aggiunti i riti dell'aspersione con l’acqua benedetta, dell'unzione col crisma, dell'incensazione, dell'illuminazione.

LA LEYENDA DORADA

Como Leyenda dorada o, en latín, Legenda aurea se conoce a una compilación de relatos hagiográficos reunida por el dominico Santiago (o Jacobo) de la Vorágine, arzobispo de Génova, a mediados del siglo XIII. Titulada inicialmente Legenda Sanctorum ("Lecturas sobre los Santos"), fue uno de los libros más copiados durante la Baja Edad Media y aún hoy existen más de un millar de ejemplares incunables. Con la invención de la imprenta, dos siglos más tarde, su reputación se había consolidado y antes del fin del siglo XV aparecieron numerosas ediciones impresas.

lunes, 13 de febrero de 2012

TEXTOS EUCARÍSTICOS CASTELLANOS DEL SIGLO XVIII


La devoción a la Eucaristía produjo en el siglo XVIII, al igual que en el XVII, un número notable de composiciones musicales específicas. En el Archivo de Música del Real Monasterio del Escorial encontramos más de setenta composiciones dedicadas al Santísimo Sacramento en el siglo XVIII. La mayor parte están concebidas en forma de villancico, esto es, la forma musical y literaria que consiste en un estribillo seguido de coplas. Otras composiciones se denominan cantadas, motetes, solos, dúos… En realidad, la diferencia de estas formas es, sobre todo, musical.

PROLONGACIÓN SACRAMENTAL


La LH, por su característica horaria, prolonga en el tiempo la potencialidad santificadora que desencadena su desarrollo en la eucaristía y en las demás acciones sacramentales.
De la eucaristía, la LH extiende, aunque sea de modo diverso, la presencia de Cristo, la creatividad del misterio pascual, el compromiso de la alianza que el orante está invitado a renovar especialmente en varios salmos, la actitud oblativa, el sacrificio de alabanza, la adoración, la intercesión, etc. (cf PO 5; OGLH 12).

¿DÓNDE CELEBRAR LA EUCARISTÍA?

El culto "en espíritu y en verdad" (Jn 4,24) de la Nueva Alianza no está ligado a un lugar exclusivo. Toda la tierra es santa y ha sido confiada a los hijos de los hombres. Cuando los fieles se reúnen en un mismo lugar, lo fundamental es que ellos son las "piedras vivas", reunidas para "la edificación de un edificio espiritual" (1 P 2,4-5). El Cuerpo de Cristo resucitado es el templo espiritual de donde brota la fuente de agua viva. Incorporados a Cristo por el Espíritu Santo, "somos el templo de Dios vivo" (2 Co 6,16).
Cuando el ejercicio de la libertad religiosa no es impedido (cf DH 4), los cristianos construyen edificios destinados al culto divino. Estas iglesias visibles no son simples lugares de reunión, sino que significan y manifiestan a la Iglesia que vive en ese lugar, morada de Dios con los hombres reconciliados y unidos en Cristo.

REQUISITOS PARA SERVIR COMO LECTOR

Los dos requisitos para lectores mencionados en la Instrucción General son que: “sean de verdad aptos para cumplir este ministerio” y que “estén realmente preparados”. La Introducción al Leccionario para la Misa propone una descripción más detallada de las calificaciones para lectores no-instituidos.
La asamblea litúrgica requiere lectores, hasta los que no son instituidos. Por eso, es importante asegurarnos de que hay personas calificadas que han sido entrenados para participar en el ministerio. Cuando hay más que una lectura, es mejor tratar de repartir las lecturas entre más personas. (Introducción al Leccionario para la Misa, 52)

FRUTOS DE LA COMUNIÓN

La comunión acrecienta nuestra unión con Cristo. Recibir la Eucaristía en la comunión da como fruto principal la unión íntima con Cristo Jesús. En efecto, el Señor dice: "Quien come mi Carne y bebe mi Sangre habita en mí y yo en él" (Jn 6,56). La vida en Cristo encuentra su fundamento en el banquete eucarístico: "Lo mismo que me ha enviado el Padre, que vive, y yo vivo por el Padre, también el que me coma vivirá por mí" (Jn 6,57):
«Cuando en las fiestas [del Señor] los fieles reciben el Cuerpo del Hijo, proclaman unos a otros la Buena Nueva, se nos han dado las arras de la vida, como cuando el ángel dijo a María [de Magdala]: "¡Cristo ha resucitado!" He aquí que ahora también la vida y la resurrección son comunicadas a quien recibe a Cristo» (Fanqîth, Breviarium iuxta ritum Ecclesiae Antiochenae Syrorum, v. 1).

domingo, 12 de febrero de 2012

ACTUACIÓN DEL PROTOTIPO DE SANTIDAD

Para el fiel, la realización perfecta del ideal humano-divino tiene su concreción absoluta en Cristo. La santidad cristiana consiste en conocerlo y en asimilarlo. También la LH, por su parte, hace revivir ante los ojos de los orantes la figura de Cristo a través de las páginas del NT, las otras lecturas y, aunque menos directamente, a través de las páginas del AT, los salmos y todos los demás textos. Además, Cristo está siempre presente en la LH (OGLH 13) para reproducirse a sí mismo con la acción del Espíritu Santo en la persona de los orantes y en la iglesia, efectúa la obra de la redención humana y de la perfecta glorificación de Dios (OGLH 13) y confiere la abundancia de los bienes mesiánicos (OGLH 14).

EUCARISTÍA - PRESENTACIÓN POWERPOINT

sábado, 11 de febrero de 2012

PRONUNCIAMIENTOS DEL MAGISTERIO ECLESIÁSTICO – LA LITURGIA DE LAS HORAS, FACTOR DE SANTIFICACIÓN

El valor de la LH se mide en último término por su aportación en orden a la elevación espiritual de los hombres, es decir, a su santificación. Pues bien, esta contribución es muy alta.
El Vat. II afirma explícitamente que la liturgia es la fuente primera e indispensable del espíritu cristiano, y que posee la máxima eficacia para la santificación de los hombres y la glorificación de Dios (SC 7; 10; 14). Expresiones semejantes se leen en los documentos del más alto magisterio relativas a la LH: "La santificación humana y el culto a Dios se dan en la liturgia de las Horas de forma tal que se establece aquella especie de correspondencia o diálogo entre Dios y los hombres, en que Dios habla a su pueblo... y el pueblo responde a Dios con el canto y la oración. Los que participan en la liturgia de las Horas pueden hallar una fuente abundantísima de santificación en la palabra de Dios, que tiene aquí principal importancia" (OGLH 14).

EL LIRIO COMO SÍMBOLO CRISTIANO

Origen del nombre e historia
El nombre del lirio tiene un origen preclásico; de hecho, deriva del nombre griego leirion y del romano, lilium.
Sentimientos & simbolismo
En el simbolismo cristiano, el lirio representa la pureza, la castidad y la inocencia. Los bouquets de lirios blancos son muy populares en los hogares cristianos durante la Pascua, ya que simbolizan la resurrección de Cristo.
Dice una leyenda que el lirio brotó de las lágrimas de Eva cuando ésta, luego de ser expulsada del Edén, descubrió que estaba embarazada. Otro relato folclórico dice que los lirios nacen por sí solos, sin que los plante ninguna mano humana, en la tumba de las personas ejecutadas por delitos que no cometieron. Algunos creen que plantar lirios en un jardín lo protege de fantasmas y malos espíritus.

viernes, 10 de febrero de 2012

SANTIFICACIÓN CÓSMICA

La LH, en cuanto oración esencialmente horaria, consagra todo el tiempo (SC 84; 88; OGLH 10). Pero ¿qué son el tiempo y las horas sino las realidades cósmicas en su duración, en el sucederse imperceptible de los instantes fugitivos de su existencia y de su curso, a los que el hombre, con criterios diversos, trata de imponer una medida? El tiempo no tiene una sustancia: según Aristóteles y santo Tomás, es la medida de ese devenir cósmico según un antes y un después que afecta a toda criatura, y al que sólo el eterno se sustrae. Por eso la LH santifica el mundo en su despliegue.

EL ÁRBOL DE JESÉ

El árbol de Jesé es la representación simbólica de la genealogía de Cristo a partir de la figura de Jesé, padre del rey David. El origen de este tema es un fragmento del libro de Isaías (2, 1-3): "Saldrá un brote del tronco de Isaí y una flor nacerá de sus raíces". El tronco de Isaías no es otra cosa que el árbol de Jesé. Isaí es la forma hebrea y Jesé la transcripción griega de la versión bíblica de los Setenta. La preferencia por la forma Jesé es por evitar la confusión entre Isaí, padre de David, y el profeta Isaías, su homónimo.
Este motivo se encuentra ya a fines del siglo XI en una miniatura del Evangeliario de Vysehrad, en Praga, y vuelve a hallarse en numerosos manuscritos litúrgicos alemanes. Del campo de las miniaturas pasa a la escultura monumental, a las vidrieras y a la pintura. Es posible que el tema naciera en Oriente.

Jesé está siempre representado con los rasgos de un anciano de barba blanca. Casi siempre está acostado, en actitud de meditación o durmiendo, pero también existen ejemplos en los que está sentado o en pie. En esta variedad hay que tener en cuenta la forma del soporte, que en algunos casos es marcadamente vertical.
El árbol sale de su corazón, de su cintura, de su cabeza o de su boca. Este árbol puede tomar forma de rosal, vid, lirio, aunque lo más frecuente es que se trate de un árbol frutal.
El número de antepasados de Cristo escalonados sobre las ramas es variable. Existen ejemplos de dos en adelante, aunque lo más frecuente es doce. Casi siempre emergen de corolas de flores y señalan con el dedo a Cristo, que aparece en la cima del árbol.
Al principio, quien siempre ocupaba la cima del árbol era Cristo en Majestad, aureolado con siete palomas místicas representativas de los dones del Espíritu Santo. A partir del siglo XIII, con el auge del culto a la Virgen, María sustituye a su Hijo en la cima del árbol y Jesús se convierte en un niño en los brazos de la Virgen. Esta exaltación de la Virgen está estrechamente relacionada con la doctrina de la Inmaculada Concepción. El árbol de Jesé se convierte en uno de los símbolos predilectos de la Inmaculada Concepción.
Un tema tan fecundo como éste desapareció a fines del siglo XVI. Sobrevivió algo más de tiempo en las pinturas sobre vidrio, pero la estética del Renacimiento no podía conciliar con un tema tan arcaico, más cerca de la heráldica que de la pintura religiosa.
Fuente: Iconografía del arte cristiano, de Louis Réau.

LA COMUNIÓN

El Señor nos dirige una invitación urgente a recibirle en el sacramento de la Eucaristía: "En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tendréis vida en vosotros" (Jn 6,53).

Para responder a esta invitación, debemos prepararnos para este momento tan grande y santo. San Pablo exhorta a un examen de conciencia: "Quien coma el pan o beba el cáliz del Señor indignamente, será reo del Cuerpo y de la Sangre del Señor. Examínese, pues, cada cual, y coma entonces del pan y beba del cáliz. Pues quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propio castigo" ( 1 Co 11,27-29). Quien tiene conciencia de estar en pecado grave debe recibir el sacramento de la Reconciliación antes de acercarse a comulgar.

SANTO E’ IL TEMPIO DI DIO CHE SIETE VOI

Il luogo nel quale si riunisce la comunità cristiana per ascoltare la parola di Dio, per innalzare a Dio preghiere d'intercessione e di lode e soprattutto per celebrare i santi misteri e anche per custodire il santissimo sacramento dell'eucaristia, è immagine speciale della Chiesa, tempio di Dio, edificato con pietre viventi.
Il tempio fatto di pietre è infatti segno e strumento della nostra comunione con Cristo Signore, tempio vero e perfetto della nuova alleanza, e della nostra appartenenza alla Chiesa, essa stessa tempio di Dio, tempio edificato con pietre vive, nel quale viene adorato il Padre in Spirito e verità (Gv 4,23).

jueves, 9 de febrero de 2012

REALIZACIÓN DEL HOMBRE

La cultura moderna hace del hombre el polo gravitacional del universo; pero luego lo esclaviza de diversas formas cuando lo aparta de Dios, mientras que en realidad sólo en comunión con él puede mantenerse como centro y cima de todo.
La LH garantiza el privilegio del hombre porque lo inserta, en cuanto bautizado, en el coro eclesial de alabanza divina, lo asocia vitalmente a Cristo y al Espíritu Santo, y por tanto, lo pone en el plano de la eterna alabanza trinitaria. El hombre que celebra la LH se libra de todo género de soledad, porque siente en torno a sí a todos los miembros de la iglesia terrestre y también a los elegidos del cielo. Se siente potenciado al máximo en su petición de elevación de sí y de todos sus semejantes, y encuentra en la oración, como comunión con Dios, uno de los medios más válidos de la propia realización perfecta.

NOMBRES DE LA EUCARISTÍA

Muchos son los nombres de la Eucaristía en la tradición eclesial. Es preciso, ya desde el principio, tener esto en cuenta como lo hace el Catecismo de la Iglesia Católica nn. 1328-1332.
Fracción del pan («fractio panis», «klasis tou artou»), expresión que nos remite al gesto de la Cena, a la acción de Jesús entre los discípulos de Emaús (Lc 24, 13-25), a la praxis de la comunidad apostólica (Hch 2, 42-46; 20, 7-11).

Coena dominica, Cena del Señor o señorial («Kyriakos deipnos»: 1 Co 11, 20), en referencia a la Cena en la que Cristo instituyó la Eucaristía y a la Cena que comparte con nosotros, en espera del banquete escatológico (Ap 3, 20). A veces, se sintetiza en la palabra «Dominicum» o «convivium dominicum».

Sinaxis eucarística, asamblea eucarística (1 Co 1, 17-23), celebrada en la reunión de los fieles.

Eucaristía o Acción de gracias, en referencia al agradecimiento cumplido por el Señor en la última Cena y al agradecimiento de la Iglesia en su plegaria «eucarística». Hoy se prefiere celebración eucarística. Alguna vez se habla, también, de «euloghia», bendición.

• En latín litúrgico se designa con términos como «actio, sacrificium, munera, mysteria, mysterium, oblatio, sacramentum (Sanctissimum sacramentum), victima sancta...».

Sacrificio (santo), en todas las acepciones: de la misa, vivo y verdadero, de alabanza, espiritual...

Memorial, del hebreo «zikkarôn»: acción que representa el acontecimiento, las palabras de Jesús en la última Cena: «Haced esto en memoria mía».

Anaphora, prosphora (la acción de la oblación, y los dones ofrecidos) que indican la plegaria eucarística y la presentación-ofrenda de los santos dones.

Ta Aghia, «sancta» las cosas santas, con el primitivo sentido del «sanctorum communio», comunión en las cosas santas, según la antigua fórmula de presentación de los dones antes de la comunión: «ta aghia tois aghiois», «las cosas santas a los santos».

Leitourghia, santa o divina, que indica la celebración eucarística en Oriente.

Corpus Christi, caro Christi, Sanguis Christi, aplicada a las realidades eucarísticas del cuerpo y de la sangre del Señor.

Comunión, Koinonia, según la terminología paulina de 1 Co 10, 16-17.

Missa, misa, Missarum sollemnia... En referencia al sentido primitivo de «missa est oblatio ad Deum» (ha sido enviada la oblación al Señor), al significado de envío o de misión, después de la celebración: dimissio, missio...

Pan, vivo y verdadero... en referencia a Jn 6... Panis angelicus o panis angelorum, según la liturgia del Corpus, compuesta por S. Tomás.

Quddasa, Qurbana: cosas santas, oblación, según la terminología oriental, siríaca y caldea...

Fármaco de inmortalidad, viático...

miércoles, 8 de febrero de 2012

FUERZA DE COHESIÓN EN EL CUERPO MÍSTICO

La LH es la única oración que tiene un equivalente, sustancialmente semejante, en todas las confesiones cristianas. Todas las iglesias orientales tienen su oficio divino, con denominaciones y estructuras propias ciertamente, pero organizado casi siempre con la salmodia, los textos bíblicos, oraciones tradicionales y, sobre todo, siguiendo el carácter horario de santificación de las horas. Los hermanos separados de Occidente, aun no aceptando toda la doctrina sobre la eucaristía, los sacramentos y los sacramentales de la iglesia romana y rechazando en general gran parte de sus ejercicios piadosos, tienen un oficio divino vinculado en diferente medida al oficio divino de la tradición antigua común. Según esto, en el plano de la alabanza eclesial a Dios se encuentra cierta unidad, nunca rota, que es obra del Espíritu Santo, principio unificante (LG 7; 13).

EL ROL DEL LECTOR EN LA IGLESIA

Los primeros cristianos se reunían para escuchar la Palabra de Dios y desde el principio, ha habido personas encargadas de leer la Palabra de Dios. El rol del lector ha cambiado con el tiempo, pero es importante conocer algo de la historia de los lectores para entender más sobre el trabajo de un lector hoy en día.
Ordenes Menores
La Iglesia ha tenido desde sus inicios órdenes menores, responsables de llevar a cabo los diversos ministerios litúrgicos. Estas órdenes eran necesarias para llevar acabo diferentes funciones ministeriales en la Santa Misa. Con el tiempo estas órdenes se convirtieron en las primeras ordenaciones que los seminaristas tenían en su proceso de formación antes de la ordenación sacerdotal. En 1971, el Papa Pablo VI cerró las órdenes menores y creo los ministerios del lectorado y acolitado, estos ministros ya no eran ordenados, sino encargados, de manera que los obispos conseguían a personas con talentos especiales encomendándoles permanentemente para el puesto.