sábado, 21 de enero de 2012

INVITATORIO - ESTRUCTURA ACTUAL DE LA LITURGIA DE LAS HORAS

El oficio divino, fruto de la reforma del Vat. II, se presenta completamente reelaborado, y une los distintos componentes en un cuadro repensado con criterios más funcionales en orden a la celebración comunitaria y a la participación interior.
Invitatorio
Por lo regular, el oficio viene introducido por el invitatorio. Está constituido éste por una antífona, variable según los tiempos y los días, y por el Sal 94 (intercambiable con el 99; 66; 23); y se recita al comienzo, es decir, antes del oficio de lectura o de las laudes, después del versículo: "Señor, ábreme los labios / y mi boca proclamará tu alabanza". El solista enuncia la antífona y ejecuta las estrofas del salmo con el Gloria final. El coro repite la antífona y la intercala (OGLH 34; cf Ordinario de la LH). Si el invitatorio hubiera de preceder a las laudes, se puede omitir eventualmente (OGLH 35) para no oscurecer el carácter inaugural del himno (cf OGLH 42), al menos en esta hora, que con mayor frecuencia se celebra con el pueblo y se canta. En este caso se comienza con: "Dios mío, ven en mi auxilio..., Gloria", himno. El invitatorio preanuncia la orientación de alabanza y fiesta de todo el oficio ("Venid, aclamemos al Señor"), pero hace también un llamamiento a las disposiciones interiores necesarias para la escucha de la palabra de Dios ("Ojalá escuchéis hoy su voz").

LA FORMAZIONE LITURGICA DEL GRUPPO DI ANIMAZIONE

54. La formazione liturgica è necessaria a tutti i cristiani, ma in modo speciale al gruppo di animazione per svolgere la missione con nobiltà, proprietà e intelligenza.
Il problema della formazione liturgica non è una novità dei nostri giorni; è sempre esistito. Non si tratta, come potrebbe sembrare, di una conseguenza della riforma liturgica promossa dal Concilio Vaticano II, ma di una esigenza costante della integrale formazione del cristiano. La situazione attuale si presenta vasta e complessa. Segnaliamo alcuni fattori che, sembrano avere una incidenza più diretta nell'esercizio dell'animazione liturgica.