martes, 7 de febrero de 2012

FORMACIÓN LITÚRGICA A DISTANCIA

Se encuentra abierta la inscripción al Plan de Formación Litúrgica a distancia, auspiciado por la Comisión Episcopal de Liturgia de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA).

Este plan, de 2 años de duración, incluye los cursos “¿Qué es la liturgia?”, “Eucaristía”, “Sacramentos” y “Año Litúrgico”, que se realizan a través de un campus virtual.

El objetivo del plan de formación es procurar una adecuada educación litúrgica para todos los miembros del pueblo de Dios a través de la sistematización del estudio y la mirada de conjunto de la disciplina.

La muy buena convocatoria de estudiantes, que se ha mantenido a lo largo de estos años, ha confirmado la necesidad que existe de proveer a los fieles estos espacios de formación.

Con esta metodología afianzada en los lugares en que se brinda, la Comisión Episcopal de Liturgia se propone ampliar esta oferta educativa a los fieles que se ven imposibilitados de acceder a este tipo de formación por razones geográficas o de disponibilidad de tiempo.

Informes: correo electrónico
administrador@formacionliturgica.org O página web www.formacionliturgica.org +
 
Fuente: AICA

PARTICIPACIÓN EN LA ALABANZA MUTUA DE LAS PERSONAS DIVINAS


La oración cristiana tiene un origen trinitario porque es el himno que resuena eternamente en el ámbito de las tres personas divinas, traído por el Verbo a la tierra cuando se hizo hombre. Entonces, de pura alabanza que era, pasó a ser también adoración, propiciación, intercesión (SC 83; OGLH 3). Sin embargo, en ninguna oración estamos asociados a Cristo cantor de este himno trinitario como en la LH, al ser ésta la oración por excelencia de su cuerpo, de su esposa, de su pueblo (SC 83; OGLH 15-16).
La salmodia de la iglesia es llamada "hija de aquella himnodia que resuena incesantemente ante el trono de Dios y del Cordero".

DIMENSIONE TRINITARIA DELLA LITURGIA. Azione santificante e glorificante

Con questa riflessione sulla dimensione trinitaria della Liturgia intendiamo proseguire il nostro cammino di Introduzione alla Liturgia, ma allo stesso tempo desideriamo collocarci anche nel programma dell’Anno Santo secondo le indicazioni di Giovanni Paolo II: « Gli anni di preparazione al Giubileo sono stati posti sotto il segno della Santissima Trinità: per Cristo - nello Spirito Santo - a Dio Padre. Il mistero della Trinità è origine del cammino di fede e suo termine ultimo, quando finalmente i nostri occhi contempleranno in eterno il volto di Dio. […] L'Anno Santo, dunque, dovrà essere un unico, ininterrotto canto di lode alla Trinità, Sommo Dio». (Incarnationis Mysterium n. 3; cf Tertio millennio adveniente 55).